En mayo, el índice de precios alimentarios de la FAO experimentó un incremento por tercer mes seguido, situándose en 120,4 puntos, lo que representa una subida de 1,1 puntos o 0,9% en comparación con abril.
La FAO señaló que, a pesar de la disminución en los precios del azúcar y los aceites vegetales y la estabilidad en los precios de la carne, el aumento en los costos de los cereales y los lácteos fue el principal impulsor de este ascenso.
Aunque este mes marcó el tercer aumento consecutivo, el índice aún se encuentra 3,4% por debajo del nivel de mayo del año anterior y 24,9% inferior al récord de 160,2 puntos alcanzado en marzo de 2022.
El incremento en los precios de los cereales para exportación fue notable, con un alza de 7,1 puntos o 6,3%, liderado por el trigo. Este aumento se atribuye principalmente a la preocupación por las adversas condiciones agrícolas que afectan las cosechas de 2024, lo que podría reducir los rendimientos en importantes regiones productoras de los principales países exportadores, especialmente en Europa, Norteamérica y la región del Mar Negro. Además, los daños a la infraestructura de transporte marítimo en el Mar Negro han intensificado la presión sobre los precios.
El maíz también vio un incremento en sus precios debido a la inquietud por la producción en Argentina, afectada por plagas, y en Brasil, debido a condiciones climáticas desfavorables. La limitada actividad comercial de los agricultores ucranianos, en medio de una oferta reducida y una demanda global robusta, también contribuyó al aumento.
Otros cereales como la cebada, el sorgo y el arroz registraron subidas en sus precios durante mayo.
Los lácteos experimentaron un incremento de 2,3 puntos, o 1,8%, impulsado por la creciente demanda en los sectores minorista y de servicios alimentarios durante las vacaciones de verano en el hemisferio norte y la expectativa de una reducción en la producción lechera en Europa occidental y Oceanía.
En el mercado cárnico, los precios de las aves de corral y el ganado bovino disminuyeron, mientras que los del cerdo y el ovino aumentaron, resultando en un índice mensual casi inalterado en comparación con el mes anterior.
En cuanto a los aceites vegetales, la FAO informó que la caída de 3,1 puntos se debió a la reducción en los precios del aceite de palma, que contrarrestó el incremento en los precios de la soja, la colza y el girasol. Los precios internacionales del aceite de palma disminuyeron por segundo mes seguido en mayo, debido a un aumento en la producción estacional en los principales países productores de Asia sudoriental y una demanda global de importaciones debilitada.
Por otro lado, los precios del aceite de soja se recuperaron en mayo, apoyados por la demanda creciente del sector de biocombustibles, especialmente en Brasil. Los precios del aceite de girasol y colza también subieron, principalmente por la disminución estacional de las exportaciones disponibles en la región del Mar Negro y la posibilidad de una mayor escasez de oferta en la próxima temporada.
Por su parte, azúcar registró una baja de 9,5 puntos, o 7,5% respecto a abril, continuando con la tendencia decreciente por tercer mes y alcanzando su nivel más bajo desde enero de 2023. Esto se debe al favorable comienzo de la nueva temporada de cosecha en Brasil, con condiciones climáticas óptimas que mejoran las expectativas de la oferta global.
Con información de Reuters