La asistencia de María Corina Machado al Tribunal Supremo de Justicia de Caracas para apelar su inhabilitación política fue inesperada y retrasada. A pesar de que hasta el último momento aseguraba no ir, la líder de la oposición venezolana llegó 40 minutos después de que el órgano cerrara sus puertas a las 3:00 de la tarde.
Minutos antes de que se difundiera mediáticamente la imagen de MCM entrando al TSJ, la embajada de Estados Unidos había publicado una felicitación a la candidata por su decisión en su cuenta en Twitter:
«Aplaudimos a María Corina Machado y a los otros candidatos por su valentía y disposición para apelar sus inhabilitaciones. Ahora corresponde a los representantes de Nicolás Maduro demostrar su compromiso con unas elecciones competitivas e inclusivas» .
¿Quería o no quería ir?
Las críticas no se hicieron esperar en redes sociales y en algunos medios de comunicación debido a la contradicción de Machado. Hasta hacía 24 horas, mantenía su postura de no acudir al máximo órgano de justicia, argumentando que nunca había recibido una notificación formal sobre su inhabilitación por parte de la Contraloría.
Para algunos, acudir al TSJ fue un acto de reconocimiento innecesario a las instituciones del régimen de Maduro, mientras que para otros fue parte del juego político que pone «en jaque» al chavismo. Sin embargo, Machado afirmó a su salida del TSJ que su posición seguía siendo la misma: «no hay inhabilitación ni notificación, así que no voy a recurrir ese procedimiento. Lo que hemos establecido es una vía de hecho, una reclamación diciendo que no hay ninguna inhabilitación. Nadie nos saca de la ruta electoral. La pelota está del lado de Maduro».
El secretario general de Acción Democrática (AD), Bernabé Gutiérrez, no se aguantó y salió al paso ese mismo día a través de su cuenta en Twitter: “la lengua es el castigo del cuerpo, la soberbia y la prepotencia, también lo son (…) tanto nadar para morir en la orilla».
Para el chavismo, la asistencia de MCM al TSJ a última hora responde no solo a órdenes de EE. UU., sino a una jugada premeditada y provocadora que consistió en llegar a dicho organismo una vez cerrado para hacer un show mediático que, al final, sea como sea, se tradujo en un reconocimiento al máximo órgano de justicia.
DL con información de Tal Cual / Run Runes
