“Esto es un negocio”: Panamá culpa a organismos internacionales de la avalancha migratoria en la jungla del Darién

AME4250. BAJO CHIQUITO (PANAMÁ), 21/03/2023.- Una persona migrante haitiana carga a su hijo en la selva mientras esperan para ser trasladados en canoa desde la Quebrada León hasta a la comunidad de Bajo Chiquito, el 10 de marzo de 2023, en Darién (Panamá). “Guerreros”, repiten las madres, hijos guerreros que han aguantado largas caminatas, hambre, sed, el calor, picaduras de insectos, superar ríos y cerros, para sobrevivir a la selva del Darién en su ruta hacia Estados Unidos. Recién salidos de esta selva que hace de frontera natural entre Colombia y Panamá, los migrantes llegan hasta la conocida como Quebrada del León, donde les esperan unas piraguas de indígenas que los descenderán por el casi seco río Tuquesa hasta Bajo Chiquito, una pequeña población emberá donde podrán al fin reposar tranquilos. EFE/ Bienvenido Velasco

La jefa de la oficina migratoria de Panamá, Samira Gozaine, responsabilizó este lunes a los organismos internacionales de la avalancha migratoria en la jungla del Darién, la frontera natural con Colombia, que este año ha sido atravesada por más de 320.000 personas, una cifra sin parangón.

“Para mí, el principal actor son los organismos internacionales, que tienen la culpa, porque ellos siguen hablando de esto como movilidad humana y derecho humano y esto que nosotros presenciamos no es un derecho humano”, afirmó en una entrevista con la televisión local TVN la directora del Servicio Nacional de Migración (SNM), al referirse a los peligros que enfrentan los viajeros en la selva.

Estos entes mundiales vinculados al tema migratorio y de derechos humanos “son los mismos que en Colombia les dan pastillas anticonceptivas a las mujeres porque dicen que las van a violar” en la selva, “o sea, estamos perdiendo el norte de lo que son los derechos de la gente”, aseveró Gozaine. Y los entes mundiales quieren, además, decirle a Panamá “qué hacer” pero “no ayudan ni con fondos ni con intervenciones reales”, denunció.

En medio de esta crisis migratoria, hay “situaciones realmente violatorias a los derechos de los niños, que no tienen voz, y los organismos internacionales que los deben proteger, como la Unicef, no están haciendo nada. Vienen a mí y me dicen ‘qué haces tú cuando esos niños llegan aquí’, pero yo digo, ¿por qué no van a Colombia y preguntan por qué los dejan pasar? Porque no los deberían dejar pasar”, argumentó.

“Bebés recién nacidos en brazos con sus madres atravesando la selva y ningún organismo internacional allá (en Colombia) dice nada”, reclamó Gozaine.

“Allá (en Colombia) no hacen nada. Esto es un negocio”, reiteró Gozaine, que citando testimonios de los migrantes explicó que en la localidad colombiana de Necoclí “el pueblo secuestra” a los viajeros “y no los dejan pasar (hacia la selva) si no pagan 500 dólares por persona”. En ese poblado fronterizo de Colombia, “no hay autoridades” que pongan coto al asunto, agregó, siempre citando los relatos de los migrantes.

Gozaine abogó por una migración “regular, ordenada y segura”, no como la actual, con gente siendo estafada por el crimen organizado mientras atraviesa muchos países sin “presentar requisitos, donde pasan porque pasan, violando las normas” nacionales.

Los migrantes, que se dirigen hacia Norteamérica y son en su gran mayoría venezolanos, caminan un trayecto de 266 kilómetros plagado de peligros tanto por el entorno salvaje del Darién como por la presencia de grupos criminales que cometen todo tipo de delitos.

Los testimonios de los migrantes son de terror: muertos en el camino por accidentes, ataques de animales o de criminales; suicidios, mujeres y menores violados, infantes o ancianos abandonados, recordó la titular de la oficina de Migración de Panamá durante una entrevista con la cadena local.

“No hay nada de humanitario en seguir permitiendo esta migración”, dijo Gozaine, que indicó que el Gobierno de Panamá analiza medidas, como el endurecimiento de multas o la repatriación en vuelos chárter, para intentar contener la avalancha en el Darién.

Panamá recibe a los migrantes en unas estaciones en las que toma sus datos biométricos y les ofrece asistencia médica y de alimentación, una operación única en el continente en la que ha invertido en los últimos años “casi 70 millones de dólares”, según Gozaine.

DL / EFE

0 Shares:
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar