El Canal de Panamá, esencial para el 6% del comercio marítimo global, ha incrementado los tránsitos de buques a 31 diarios, superando las restricciones previas causadas por un déficit hídrico.
Las autoridades celebran este avance, que refleja un aumento en los niveles de agua de los lagos Gatún y Alhajuela, fundamentales para la operación del canal de 80 km que conecta el Pacífico con el Atlántico.
El vicepresidente de Operaciones del Canal, Boris Moreno, expresó su satisfacción ante la AFP, destacando que esta mejora es beneficiosa tanto para el Canal como para sus usuarios.
En ese sentido, a partir del 1 de junio, se permitirá el paso de 32 embarcaciones diarias, y desde el 15 de junio, el calado máximo de los barcos en las esclusas más grandes aumentará a 13,71 metros.
Moreno anticipa que para finales de 2024, el Canal podría regresar a su capacidad normal de tránsito.
Durante la crisis, el número de tránsitos se redujo significativamente, lo que llevó a las navieras a pagar precios récord en subastas por turnos de cruce. Los principales usuarios del Canal incluyen a Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur y Chile.
La cuenca del Canal, que provee agua potable al 58% de la población panameña, experimentó una disminución drástica en las precipitaciones en 2023, con solo 1.800 mm de lluvia, en comparación con los 2.800 mm habituales.
El hidrólogo Ricardo Güete señala que, aunque el nivel de los lagos ha aumentado gracias a lluvias esporádicas y medidas de conservación, aún no se alcanzan los niveles óptimos.
Se espera que la temporada de lluvias, que dura de mayo a noviembre, mejore la situación, especialmente con la predicción del fenómeno La Niña, que traería más lluvias al país.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) está evaluando la incorporación de nuevas fuentes de agua para prevenir futuras crisis. Jose Ramón Icaza, designado como próximo ministro del Canal, se comprometió a impulsar proyectos clave para asegurar la fiabilidad del Canal, considerado el principal activo del país.
La ACP ha implementado un sistema de reserva para optimizar los tiempos de espera de los buques, similar al modelo de las aerolíneas, transformando así su modelo de negocio en respuesta a la crisis hídrica.
Con información de AFP
