El estado Portuguesa, reconocido por su contribución agrícola en Venezuela, proporcionaba alrededor del 70% de los cereales y oleaginosas del país en 2015. Esta región era responsable de más de la mitad de la producción nacional de maíz y caña de azúcar, y junto con Lara, suministraba el 80% del café venezolano.
No obstante, la crisis de 2017 en Venezuela impactó negativamente en la agricultura de Portuguesa, limitando el acceso a insumos y semillas debido a la paralización de los mercados locales de semillas, resultado de políticas de expropiación. Esto transformó al estado de exportador a uno con dificultades para mantener su producción agrícola.
Actualmente, Portuguesa se está recuperando, destacándose nuevamente en la producción de arroz y caña de azúcar. A pesar de las expectativas positivas, persisten desafíos estructurales como la distribución de combustible, la mejora de vías agrícolas y la infraestructura de riego.
En cuanto al arroz, los productores han superado la baja producción anterior, incrementando la siembra significativamente. Aunque aún no se alcanza la meta de 250.000 hectáreas, la producción ha subido a cerca de 90.000 hectáreas, impulsada por los precios favorables del cereal en el mercado internacional.
La caña de azúcar también ha visto un resurgimiento, con una estimación de cosecha de 45.329 hectáreas para la zafra 2023-2024, lo que representa un porcentaje significativo de la producción nacional. Este progreso refleja la resiliencia y adaptabilidad de los productores de Portuguesa ante los desafíos económicos y estructurales.
Crisis de la gasolina, un desafío
Los productores de arroz y caña de azúcar en Venezuela enfrentan desafíos significativos debido a la escasez de diésel, esencial para la operación y transporte en sus actividades. A pesar de las buenas expectativas de producción, la falta de diésel se ha convertido en un obstáculo crítico.
Los sistemas de riego y pozos eléctricos respaldan la siembra, pero los frecuentes colapsos del sistema eléctrico obligan a depender del diésel. Los productores de caña necesitan entre tres y cuatro gandolas de diésel diariamente para procesar 25.000 toneladas de caña.
La ausencia de una distribución oficial ha llevado a algunos a recurrir al mercado negro para obtener combustible. Por ello los productores han hecho un llamado a un plan urgente del Ministerio de Agricultura y Tierras para asegurar el suministro, especialmente para los pequeños productores.
DL / Con información de Banca y Finanzas