Un equipo de físicos de la Universidad de Arizona ha publicado un estudio revolucionario en The European Physical Journal Plus, revelando la existencia de asteroides con densidades que superan los límites conocidos de la materia atómica. Este descubrimiento sugiere la posibilidad de que estos cuerpos celestes contengan elementos más pesados que los actualmente conocidos en la tabla periódica.
El estudio se centró en analizar las propiedades de elementos hipotéticos con números atómicos mayores que el osmio, el elemento natural más denso conocido, que tiene una densidad de 22,59 g/cm³ a temperatura ambiente. Sin embargo, algunos asteroides, como el notable asteroide 33 Polyhymnia, exhiben densidades que exceden incluso esta medida extrema, lo que los clasifica como Objetos Compactos Ultradensos (CUDO).
La implicación de estos hallazgos es profunda, ya que podría indicar la existencia de materia desconocida en nuestro sistema solar. Los investigadores continúan explorando la composición y las propiedades de estos CUDOs, con la esperanza de desentrañar más misterios del cosmos.
Un equipo de físicos de la Universidad de Arizona ha publicado un estudio revolucionario en The European Physical Journal Plus, revelando la existencia de asteroides con densidades que superan los límites conocidos de la materia atómica. Este descubrimiento sugiere la posibilidad de que estos cuerpos celestes contengan elementos más pesados que los actualmente conocidos en la tabla periódica.
El estudio se centró en analizar las propiedades de elementos hipotéticos con números atómicos mayores que el osmio, el elemento natural más denso conocido, que tiene una densidad de 22,59 g/cm³ a temperatura ambiente. Sin embargo, algunos asteroides, como el notable asteroide 33 Polyhymnia, exhiben densidades que exceden incluso esta medida extrema, lo que los clasifica como Objetos Compactos Ultradensos (CUDO).
La implicación de estos hallazgos es profunda, ya que podría indicar la existencia de materia desconocida en nuestro sistema solar. Los investigadores continúan explorando la composición y las propiedades de estos CUDOs, con la esperanza de desentrañar más misterios del cosmos.
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