Durante meses, Cuba ha enfrentado una severa crisis energética y una escasez de alimentos y medicinas esenciales. La situación ha llevado a la población a un estado de desesperación palpable.
En Santiago de Cuba, la segunda ciudad más grande del país, los ciudadanos han tomado las calles el 17 de marzo para protestar contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel y demandar soluciones al desabastecimiento.
Las manifestaciones comenzaron en la tarde en lugares clave de Santiago de Cuba, como la Avenida de Carretera del Morro y la calle 9 de Veguita de Galo.
Los reportes locales, incluyendo videos compartidos por periodistas, muestran a multitudes clamando por «corriente y comida» y entonando «Patria y Vida», un lema que se ha convertido en un símbolo de resistencia desde las protestas históricas de 2021.
En respuesta, el gobierno ha desplegado fuerzas policiales y ha cortado las comunicaciones y el acceso a internet, una táctica común para evitar la atención internacional sobre estas manifestaciones.
Organizaciones de derechos humanos como Prisoners Defenders han llamado a la comunidad internacional a ejercer presión para prevenir represalias severas, recordando la importancia de la solidaridad global ante la represión.
La crisis alimentaria ha alcanzado un punto crítico, llevando a las autoridades a solicitar asistencia a programas de emergencia de las Naciones Unidas para asegurar el suministro de leche en polvo para niños.
A pesar de tener proyectos de largo plazo en la isla, esta es la primera vez que Cuba emite una solicitud oficial de este calibre al Programa Mundial de Alimentos.
La escasez de leche, un problema persistente en Cuba, se ha agravado recientemente, afectando incluso la distribución subvencionada a través de la libreta de abastecimiento. Mientras tanto, la leche disponible en el sector privado es prohibitivamente cara para la mayoría de los cubanos.
Esta situación se suma a la creciente pobreza, la emergencia energética y la persecución política, mientras el gobierno admite su incapacidad para garantizar incluso el pan subvencionado debido a la falta de harina de trigo. Con la isla dependiendo de importaciones para la mayoría de sus necesidades y buscando ayuda de aliados internacionales, la crisis en Cuba se profundiza.
DL / Infobae