La acumulación de buques petroleros en los puertos venezolanos sigue siendo un desafío, incluso después de la expiración de la Licencia 44.
El 17 de abril de 2024, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos emitió la Licencia 44A (GL 44A), reemplazando y anulando la Licencia 44 (GL 44) anterior. La Licencia 44A autoriza ciertas transacciones relacionadas con las operaciones del sector petrolero o gasífero en Venezuela, incluidas aquellas que involucran a Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) .
La Licencia 44A permite la liquidación de transacciones previamente autorizadas bajo la Licencia 44 hasta las 12:01 a.m. EDT del 31 de mayo de 2024. Esto incluye la posibilidad de completar transacciones pendientes con socios comerciales.
Con la Licencia 44, la producción petrolera de Venezuela aumentó a 874.000 barriles por día (bpd) en marzo. Sin embargo, sin la licencia, PDVSA podría recurrir nuevamente a intermediarios poco conocidos para vender su petróleo a precios con descuento, especialmente en el mercado asiático.
A pesar de la licencia, la acumulación de buques petroleros en los puertos venezolanos sigue siendo un problema. Las seis semanas otorgadas para liquidar las transacciones podrían no ser suficientes para resolver el “cuello de botella” en los terminales, lo que podría llevar a algunos compradores internacionales a solicitar licencias específicas.
Las finanzas de PDVSA han sido erosionadas por cinco años de sanciones. La nueva Licencia 44A también limita el acceso a las divisas necesarias para cubrir los gastos operativos de la empresa, desde la mano de obra hasta los equipos.
En resumen, la situación sigue siendo compleja para Venezuela y PDVSA. La licencia actual permite la liquidación de transacciones pendientes, pero los desafíos logísticos y financieros persisten. Es importante seguir de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos en el sector petrolero venezolano.
Con información de Versión Final