Los oficios informales de Venezuela representan una de las formas mas comunes de algunas personas para sortear la crisis económica que atraviesa el país, siendo para muchos su principal fuente de ingresos, y es que en algunos casos resultan mejor remunerados que los puestos de trabajo formal.
Un estudio de la consultora Mercer Venezuela, que comparó los ingresos de las empleadas domésticas con los de algunos profesionales, reveló que una empleada doméstica temporal, que trabaja por días en los quehaceres del hogar, puede ganar hasta US$ 28 al día, lo que equivale a unos US$ 280 al mes, si trabaja solo 10 días.
Al respecto, el industriólogo y especialista en finanzas, precisó que las empleadas domésticas temporales en Caracas reciben un pago promedio de US$ 28 al día, mientras que en el año 2019 cobraban US$ 2,40 al día, lo que significa que ha habido un incremento de 1.000% en 5 años.
Sin embargo, aclaró que, si se compara enero de 2023 con enero de 2024, ha habido una desaceleración en el ajuste de la tarifa, dado que el año pasado cobraban US$ 23 el día y ahora obtienen US$ 28 el día, un 5% de aumento.
Pinto manifestó que casi el 90% de la muestra de la encuesta apuntó que a las empleadas domésticas temporales les pagan una bonificación a fin de año que está por el orden de los US$ 200.
Por otro lado, indicó que las empleadas domésticas fijas, que trabajan el mes completo en un mismo hogar, reciben un pago promedio de US$ 338 al mes, incluyendo alojamiento y alimentación, resultando ser esta cifra superior al salario mínimo de algunos profesionales en Venezuela.
Las tareas
Yaneth Martínez tiene casi 15 años trabajando para la misma familia. Antes, su mamá trabajaba en la misma casa y ha visto crecer tres generaciones que la han hecho sentir como en casa.
Martínez contó que antes trabajaba en esa casa todos los días, pero la dinámica se vio afectada por la economía. Ahora va una vez a la semana, y a veces dos, cuando así se lo piden.
“Cobro 15 dólares por día, de 8:00 am a 5:00 pm. Me pagan por día trabajado y me dan el desayuno y almuerzo. Me encargo de limpiar los dos pisos de la casa, los baños, la cocina, el patio. No cocino, ni lavo ni hago compras, porque mi nueva jefa prefiere hacerlo ella. Además, me permite ir con dos de mis hijas menores y mi nieto, a mi jefa le gusta porque dice llenan la casa de alegría”, señaló la trabajadora.
Otro caso es el de Carmen Blanco, empleada fija en una casa de familia. “Me quedo de lunes a viernes allí, cuido a los niños de una pareja, hago todas las comidas, lavo la ropa, limpio todo el apartamento diariamente. Me pagan 250 dólares al mes y además me dan una bolsa de comida que me llevo a mi casa el último fin de semana del mes”.
Añadió que como sus hijos son adultos y están en el exterior está cómoda en su trabajo. Cada 15 días le dan 3 días para que visite a su familia y haga diligencias personales.
María Carrizales tiene apenas dos años trabajando como doméstica en una casa de familia. Antes era secretaria en una empresa, pero a raíz de la pandemia se quedó sin trabajo, porque mandaron a todos los empleados a trabajar desde casa y a ella la despidieron.
Carrizales señaló que una de las casas es muy grande y tiene más oficios que realizar, por lo que cobra 30 dólares por día.
Un empleo como cualquier otro
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha instado en distintas oportunidades a mejorar las condiciones de estas trabajadoras. En 2011, adoptó el Convenio sobre las Trabajadoras y los Trabajadores Domésticos, que establece estándares internacionales para su protección que incluye horarios de trabajo, salario mínimo y derecho a tiempo libre.
En Venezuela, la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT) iguala las condiciones de las empleadas domésticas a la del resto de los trabajadores. Es decir, que deben cobrar sueldo mínimo, beneficio de alimentación, vacaciones, prestaciones y utilidades.
Con información de Notitarde/El Diario