Representantes del sector agrícola de Estados Unidos expresaron su «optimismo» ante una futura colaboración con Cuba, pero recalcaron que el intercambio debe ser de ambos lados.
«Puede que existan nuevas oportunidades y somos optimistas sobre la posibilidad de una cooperación futura con Cuba», declaró a la prensa el presidente de la Asociación Nacional de Departamentos de Agricultura de Estados Unidos (Nasda, por sus siglas en inglés), Ted A. MCKinney.
MCKinney estuvo al frente de una delegación de una docena de representantes del sector agrícola de varios estados que visitaron la nación cubana esta semana, con una agenda que incluyó un encuentro con el presidente Miguel Díaz-Canel.
El empresario norteamericano aseguró que trasmitirían a las autoridades de su país el «ambiente positivo y de optimismo» que vieron durante su estancia en el país caribeño, pero aclaró: «No tenemos ese rol de interceder para relajar las sanciones (económicas) del embargo».
«Manifestamos nuestro compromiso de apoyar el intercambio con Cuba, pero este debe ser en ambas direcciones», explicó. El propósito de la visita, según el presidente de la asociación, fue «hacer amigos, desarrollar contactos y explorar la posibilidad de comercio entre los dos países».
Las autoridades cubanas han subrayado el diálogo permanente entre cubanos y los granjeros del país norteamericano, un sector cuyo activismo fue fundamental para que el Congreso de Estados Unidos aprobara en 2020 la ley de Reforma de las Sanciones y ampliara las exportaciones.
Ello le permitió a Cuba comprar alimentos en Estados Unidos, «aunque en condiciones desventajosas, por imposición de los sectores anticubanos y en contra de la voluntad de los agricultores estadounidenses».
Esta es la primera vez que directivos de la Nasda visitan el país caribeño, aunque el país ha recibido varias y numerosas delegaciones de agricultores estadounidenses en los últimos años. Según la Nasda, si el embargo -vigente desde 1962- no existiera, el intercambio agrícola bilateral rondaría los 1.000 millones de dólares anuales en comparación con los 250 millones actuales.
El país caribeño padece un desabastecimiento crónico desde hace décadas, donde es usual la escasez de alimentos básicos como la leche en polvo, los huevos, el aceite, el pan, la harina de trigo y el pollo, entre otros.
DL / EFE